De la Cálida Bienvenida al Deseo de Expulsión: La Historiadora Cecilia Márquez Analiza en su Nuevo Libro el Proceso de Racialización de Personas Latinas en el Sur de los Estados Unidos

Cecilia Marquez
Cecilia Márquez, profesora auxiliar de Hunt Family en el Departamento de Historia. (John West/Trinity Communications)

Click here to read this story in English

“En muchos sentidos, esta es una historia extraña y, en cierto punto, inesperada”, afirma Cecilia Márquez, profesora auxiliar de Hunt Family en el Departamento de Historia, sobre su nuevo libro “Making the Latino South: A History of Racial Formation (Configuración del sur latino: una historia de la formación racial)”.

A lo largo del libro, la autora analiza el proceso de racialización de personas latinas no negras en el sur de los Estados Unidos, desde la década de 1940 hasta principios de la década de 2000. Márquez se plantea grandes preguntas, por ejemplo: “¿Cómo se constituye la raza?” y “¿Cómo le damos sentido a la raza?” a través de capítulos que están organizados en forma de casos de estudio o de lo que la autora llama “momentos de encuentro” (relatos que atraen al lector a la vez que esclarecen el contexto histórico de la época).

El libro comienza en el período inmediatamente anterior al movimiento por los derechos civiles, que fue una etapa saturada de preguntas sobre el futuro de la raza en el sur. “Me interesa saber qué lugar ocupan los latinos en este tema”, afirma.

Márquez aborda esta cuestión con una hoja de ruta en la que se explica la migración a gran escala de personas latinas a la región, al mismo tiempo que analiza la forma en que los latinos como grupo, con una enorme diversidad, han evolucionado en términos raciales en la segunda mitad del siglo XX.

La autora observa que en la década de 1940, en el sur, las personas latinas estaban divididas, a grandes rasgos, en latinos negros y no negros. Era habitual que estos últimos convivieran en comunidades blancas, lo que, según Márquez, resulta sorprendente para muchas personas.

“Se suele considerar al sur como un lugar profundamente segregado y racista, y esto es cierto. Pero los latinos no negros encontraron, de alguna forma, la manera de abrirse paso en el orden Jim Crow, bajo el amparo de la blanquitud”, sostiene Márquez.

En pocas palabras, estas personas latinas que no eran negras tuvieron acceso a la blanquitud.

“En cierto modo, en la década de 1940, los latinos en el sur eran similares a lo que se podía esperar de los italianos o los irlandeses en esa época”, explica. “Pero ¿por qué los irlandeses e italianos terminaron siendo blancos, y los latinos no?”.

El acercamiento inicial a la blanquitud para los latinos no negros tuvo consecuencias materiales: desde el acceso a la educación hasta el costo de una casa. Márquez argumenta que esto fue posible debido, en parte, a la estructura y organización del sur en torno a la negritud y al control de los límites de la negritud.

Making the Latino South
El nuevo libro de Cecilia Márquez, Making the Latino South: A History of Racial Formation es el primero de una serie de UNC Press sobre historias latinas (Latinx Histories), que se creó teniendo en cuenta el concepto de que la historia de los latinos es fundamental para entender la historia de los Estados Unidos.

“Creo que uno de mis aportes más importantes es pensar de qué manera se constituye la identidad latina en relación con la negritud”, sostiene. “Para ello, observo las diferentes experiencias de las personas latinas negras y no negras”.

Por ejemplo, en un capítulo, Márquez explora la participación latina en el Comité Coordinador Estudiantil No Violento (SNCC), vanguardia juvenil del movimiento por los derechos civiles del sur.

“Creo que la historia de los latinos suele contarse de manera aislada. Considero que, para comprender lo latino como una categoría, tenemos que comprender de qué forma la antinegritud determina los límites de las personas latinas”, afirma.

Otra sección del libro está dedicada al impacto que tuvo la industria en la migración, a través del análisis de las plantas de fabricación de alfombras en Dalton, Georgia, en la década de 1980. Márquez sostiene que este fue un momento y un lugar en el que los latinos que llegaban al sur se convirtieron por primera vez en un grupo racial, que se definió como “hispanos trabajadores”.

“En los años 90, circulaba la idea de que los latinos eran ‘buenas personas’, religiosos, hiperproductivos y muy dedicados a la familia, y que estaban salvando a muchas industrias del sur”. “En cierta forma, esto sería un primer momento de la racialización, complicado según mi punto de vista, porque está constituido en parte por la naturalización de la explotación de las personas latinas”.

Márquez destaca la manera en que, incluso la categoría de ‘hispano trabajador’ todavía se está definiendo en relación con la población negra nacida en los Estados Unidos. “Esto ocurrió a fines de los años 80 y principios de los 90, inmediatamente después de la reaganomía y del mito de la ‘reina de la asistencia social’, por lo que tiene un viso de antinegritud” afirma la autora.

En otro capítulo, “Pedro Goes to Confederateland: Playing Mexican at South of the Border, 1945–1965” (Pedro va a Confederateland: juegos mexicanos al sur de la frontera, 1945-1965), Márquez explora algunas ideas sobre las personas latinas desde el punto de vista de un área de descanso y parque de diversiones con temática mexicana ubicados en la frontera entre Carolina del Norte y Carolina del Sur. En el lugar también se encuentra una estatua de 100 pies (30 m) de altura de Pedro, un personaje de caricatura creado por el fundador del parque.

“Una de las cosas que hacía la gente blanca cuando visitaba el sur de la frontera en la década de 1960 era vestirse como Pedro: con sombreros, sarapes y todo”, explicó. “Me interesa la manera en que la mexicanidad es un espacio en el que las personas blancas, en un momento en el que comienzan a ver victorias del movimiento por los derechos civiles, siguen jugando de forma segura con ideas sobre la raza, porque en 1961, el propietario abre Confederateland dentro de la misma propiedad, y Pedro forma parte del lugar”.

¿Confederateland? “Sí. Es exactamente lo que crees que es”, afirma.

Márquez termina el libro con un capítulo que se titula “The Aliens Are Here” (“Los extranjeros están aquí”), en el que habla de la manera en que la combinación del 9/11 con la crisis financiera global de 2008 dio lugar a un estado de pánico nacional y a un aumento de la xenofobia por los que el sur pasó de ser un lugar que recibía bien a los latinos a convertirse en un lugar hostil. Y en este sentido, el “hispano trabajador” se transformó en el “extranjero ilegal”.

Al preguntarle qué tipo de público imagina para su libro, Márquez menciona a historiadores y educadores como lectores evidentes, pero también afirma que el libro está destinado a personas latinas jóvenes del sur, que están aprendiendo una historia sureña que no incluye su participación.

“Los jóvenes merecen aprender todos los aspectos de su historia”, agrega. Y continúa diciendo que “el sur ha cambiado mucho en los últimos 30 años y los latinos tienen sus propios legados sureños que se deben honrar y respetar. Tengo la esperanza de que historias como la que cuento en este libro puedan ayudar a responder la pregunta: “¿Cuál es la historia latina del sur?”.